Trilogía Los caminantes, de Carlos Sisi

Los caminantes	Necrópolis
ISBN:  9788493599393	ISBN:  9788493814304
Formato: Tapa blanda- 272 Págs	Formato: Tapa blanda- 320 Págs
Editorial: Dolmen	Editorial: Dolmen

Hades Nebula ISBN:  9788445078464 Formato: Tapa blanda- 464 Págs Editorial: Minotauro

Argumento

Nadie sabía cómo había empezado todo, exactamente. El mundo se había desestabilizado mucho antes de que ningún científico hubiese podido dar alguna explicación. Ningún programa de televisión aguantó el tiempo suficiente como para teorizar sobre el problema. Al principio podías verlo en la televisión. Hablaban sobre ello - muy poco al principio, pero luego cada vez más; en la televisión basura de la noche, en los programas nocturnos líderes de audiencia, hasta que ya no se hablaba de otra cosa y la noticia del año lo inundaba todo.

Estructura, ambientación y estilo narrativo

Los caminantes tienen 44 capítulos más un epílogo, bastante cortos. La segunda parte (Necrópolis) mantiene la dinámica de los capítulos y cuenta con un prologo inicial y 30 capítulos. En la última nos encontramos con 31 capítulos, cerrados por un epilogo con 3 escenas.

La ambientación sitúa la escena (al menos inicialmente) en Málaga, combinando escenarios interiores y exteriores. Descripciones escabrosas e intensas, no tanto de los escenarios en sí mismo como de la devastación y la miseria humana.

Lenguaje fluido, con gran descripción de situaciones y sensaciones de los personajes. Narrado en tercera persona, con narrador omnisciente que nos traslada en cada capítulo a uno de los protagonistas, convirtiéndolo en una trilogía coral.

Personajes

Estas novelas desarrollan muchos personajes ya desde un principio, y varios más que se suman a lo largo de los dos siguientes libros. Resulta difícil hacer una elección de los más importantes, pero quizá:

Juan Aranda es un joven que viaja solo hasta Málaga buscando la seguridad de la capital y encuentra al grupo de supervivientes, donde comienza a tomar decisiones. Es más la imagen de un líder que cualquiera de los demás, aunque sin demasiadas ansias de protagonismo ni egocentrismo.

El padre Isidro, totalmente fuera de sí mismo, se cree que la pandemia ha sido enviada por Dios para eliminar a los impuros. Así, más que la ayuda que podría dar, muy importante para todos los supervivientes, comienza una caza sin piedad, siendo una verdadera amenaza.

Después, en el grupo de supervivientes hay de todo: delincuentes, médicos, mujeres solas y parejas. Pero todos reducidos a un mismo nivel cuando desaparece la vida tal y como la conocemos.

Mi opinión

Tras haber leído Edén interrumpido, que fue mi iniciación a este autor, decidí ponerme con su famosa trilogía de temática zombie (genero que me encanta, aunque como buen género en pleno boom se puede ver bastantes cosas insulsas como La marchazombie con la que tuve una mala experiencia)

Las expectativas eran altas aunque después de haber probado la pluma del autor, me sentía un poco más tranquila y cogí los caminantes con muchas ganas. El género Z escrito por nacionales está demostrando una calidad que no tiene nada que envidiar a los “maestros” americanos.

Una de las cosas que primero te impacta al comenzar esta trilogía es el lenguaje visual. Las descripciones son muy vívidas, no sólo por el detalle (vale, hay sangre y podredumbre) sino por la profundidad que hace que cale el personaje.

Suelo apreciar mucho las novelas corales, porque consiguen una dinámica que te atrapa. Siempre quieres ver lo que le va a pasar a cada personaje, y siempre al mismo tiempo. Así que avanzas otro capítulo más, y más...

Los zombies que nos describe son de todo tipo: desde los clásicos descerebrados que caminan lenta y parsimoniosamente, hasta los rápidos y fuertes que no son tan fáciles de eludir. Lo que sí mantiene es el tiro oficial “en la cabeza”, pero los niños y los ancianos no se contagian. Y sobre todo: son violentos, muy violentos.

Al empezar, cada personaje se mueve solo y se enfrenta a distintos encuentros, que mantienen al lector en tensión. Luego, como en toda buena historia de zombies, se forman grupos organizados de supervivientes, mas grandes o más pequeños, que luchan contra la invasión.

El primer volumen de la trilogía, es casi introductorio de la situación y los personajes. No se definen demasiado los caracteres, a excepción de algunos líderes y del Padre Isidro. Y es precisamente con este último con quien introduce un elemento nuevo en estas historias: la posibilidad de ser inmune.

La idea tampoco es tan novedosa, solo tenemos que remontarnos a Apocalipsis (La danza de la muerte) de Stephen King para ver un pandemia mundial con una pequeño porcentaje de inmunidad. Solo que ellos se encontraban en un mundo post-apocalíptico vacio, no lleno de muertos vivientes con un chiflado religioso que intenta matarlos a todos. Y en ese caso, no existía explicación científica concreta.

Dentro de las novelas encontramos referencias literarias interesantes (Mort de Terry Pratchett o alguno de S. King) También referencias a series como Lost con la escena de la dinamita. En fin, cosas que denotan que el autor es un friki de mi estilo.

Casi al final del primero el ritmo es frenético... y cuando parece que la cosa se calma, te da el último empujón para que quieras tener a mano el segundo volumen. Si eso no es posible, lo bueno es que cuando empiezas Necrópolis te pone un poco al día de lo que ha sucedido. Es de agradecer cuando han pasado varios meses desde que leíste el anterior.

Algunos de los personajes que se habían perdido en el primero son sustituidos por nuevas incorporaciones que añaden un poco más de variedad a la posibilidad de estancarse si no se abre un poco los límites del recinto.

Y vaya si se abren... aunque como a mitad de la segunda parte cambia totalmente el ritmo. Y es que los seres humanos somos malos, incluso más que los zombies descerebrados. Así que la cosa se empieza a poner difícil. Y dura. Y triste, muy triste.

Cierra antes del último volumen con algo que en cierta manera nos imaginábamos, pero que aun así nos hace salir corriendo a buscar la siguiente y última parte. En este último volumen vuelve a introducir más personajes y cambian los escenarios (por motivos de spoilers no voy a decir nada más al respecto) y la cosa se pone de los más fea. Si anteriormente ya habíamos visto el daño que puede hacer la propia miseria humana, nos lleva casi a los límites máximos.

Con el cariño que les vamos cogiendo a los personajes, cada nuevo daño y cada nueva injusticia, aumentan la tensión, porque aunque lo esperamos, en el fondo dudamos que todo vaya a salir bien. Más de una vez me encontré apretando los puños mientras leía, cosa peligrosa si llevas las uñas largas.

La trilogía cierra correctamente: sin prisas y con coherencia. A mí me ha gustado, aunque es posible que haya otras opiniones, sobre todo a aquellas personas que le gusten los finales absolutamente atados. Que conste que se explica prácticamente todo, y el final es satisfactorio (demasiado, para mi gusto) hasta las últimas páginas.

Pero es que esa guinda final, donde vuelve a abrir, lo veo más como una posibilidad de debate y partir opiniones, que como un intento de continuar la historia en un futuro. Que por otra parte, a mi no me importaría para nada.  

Una cosa a la que no me acostumbraré (y de hecho, al final lo he omitido dentro de mi cerebro) es el hecho de que los protagonistas sean andaluces, lo que conlleva el acento característico. Seguro que muchos de vosotros no podréis evitar ver en las escenas a los Walking Dead... lo cual contrasta bastante. Me pregunto qué pasaría si la llevaran al cine, lo cual por otra parte no estaría nada mal.

Llegado a este punto, donde ya he devorado todo lo que ha publicado este hombre, no puedo más que desear que salga La hora del mar, el 9 de octubre. Y pensar que todavía falta mes y medio…

Sin duda es una trilogía que recomiendo, que tiene un poco de todo lo que nos gusta: los zombies, la sangre, la tensión… Pero también la psicología y sociología, aspectos que bien combinados con el terror, hace de una buena novela, una novela redonda (y si son tres como en este caso, mejor)