¡Buenas
a todos!
Ya
estamos entrando en el último fin de semana antes de terminar Agosto, y seguro
que muchos de vosotros ya estaréis a punto de terminar las vacaciones y volver
a la rutina. Yo aun voy a estirar el relax un poco más, hasta el día 4 de
septiembre cuando tengo que volver a ponerme con el máster. Y bien que me lo
merezco después de la semana de limpieza exhaustiva que me he pegado. Eso sí,
ahora la habitación parece habitada por un ser humano y los libros están todo
colocados y a la vista. ¡Mi tiempo y esfuerzo me ha llevado!
Como
premio me he regalado una lectura que llevaba tiempo esperando: la continuación
de Memento mori. En realidad la había
empezado ya el viernes-sábado de la semana pasada, aunque no había comentado
nada porque tenía mis reticencias sobre esta novela. La anterior (de la que aun
no he hecho la reseña) me gustó aunque le encontré algunos peros considerables.
Si a eso le sumamos que todo el mundo opina que es mejor que la primera, están
todos los ingredientes para un desencanto.
Sin
embargo me está encantando y mucho tiene que cambiar la cosa para que tenga una
opinión final que no sea buena. Ahora mismo la llevo por la mitad y si no se me
vuelve a torcer nada durante este fin de semana la terminaré de aquí al
domingo. Os dejo las primeras líneas como siempre:
Aquel hombre enjuto, de pelo cano, talludo y de porte distinguido caminaba pesaroso sin apenas atreverse a levantar la mirada de sus lustrosas botas militares. Se notaba a sí mismo mucho más aterrado de lo que cabría esperar de un teniente coronel de la UNPROFOR y comandante en jefe de uno de los cinco enclaves protegidos por la ONU: Srebrenica. Comprobar que el rostro de su subordinado estaba absolutamente desdibujado le hizo ganar a Thomas Karremans algún punto de coraje.
En
este primer capítulo nos lleva a los años 90 durante la guerra de los Balcanes.
Un episodio que por tan reciente para mi es bastante desconocido, tal vez
porque yo era una niña por aquel entonces. Evidentemente luego nos devuelve al
presente donde continua unos meses después de donde los dejó en Memento mori.
Este
fin de semana espero que sea solo para mí y pienso volcarme totalmente en la
lectura de Dies Irae. De hecho, ya
tengo las comidas del fin de semana preparadas para no perder tiempo… Pero
antes de aislarme del mundo, contadme vosotros ¿Qué vais a leer este fin de
semana?