Sorpréndeme
Megan
Maxwell
ISBN:
9788408120827
Formato:
Tapa blanda– 432 Pág.
Editorial:
Esencia
Björn es un atractivo abogado a quien la vida siempre le ha sonreído. Es un hombre ardiente, alérgico al compromiso, pero al que le encanta disfrutar de la compañía femenina en sus juegos sexuales. Melania es una mujer de acción. Como piloto del ejército americano está acostumbrada a llevar una vida al límite, sin embargo, su principal misión es la de luchar como madre soltera por sacar adelante a su hija. Cuando el destino los pone cara a cara, la tensión entre ellos se hace evidente…Pero lo que en un principio fue un encuentro hostil, poco a poco irá convirtiéndose en una atracción irrefrenable. ¿Conseguirán estos dos titanes llegar a entenderse?
Hace
ya algunos meses leí la trilogía de Pídeme lo que quieras (Pídeme lo que
quieras, Pídeme lo que quieras ahora y siempre y Pídeme o déjame). Si habéis
leído las reseñas según las fui escribiendo, sabréis que aunque en general la
historia me ha gustado y me lo he pasado bien leyéndola, la ultima parte para
mi sobraba y no me ha dado mucho más.
Así
que cuando salió a la luz esta “secuela” basada en un personaje secundario de
la saga, no me llamó la atención inmediatamente. De hecho, deje pasar mucho
tiempo antes de aprovechar un momento para definitivamente cogerlo por banda.
Sin esperar nada de él, porque no me gusta la idea de aprovechar el tirón de un
superventas para sacar más novelas que engrosen las listas.
Sin
embargo, también tengo que decir que el personaje de Björn me pareció bastante
entrañable en su momento, mucho más maduro que los dos protagonistas. Así que
quizás fue por ello que una noche abrí las primeras páginas…
El
primer cambio que se nota, es que ya no está narrado en primera persona por
Judith. Es de agradecer, porque ya en el último volumen de la trilogía me había
parecido un tanto cansino. En Sorpréndeme, pasamos a un narrador mas imparcial
que no solo nos narra la versión de Björn, sino también la de Melania, un
personaje que había aparecido de refilón al final de Pídeme lo que quieras o
déjame.
Ya
desde el primer momento, en aquella escena aislada de la trilogía, yo me veía
venir una secuela. La verdad es que los dos personajes prometen, aunque la
relación entre ellos tarda en arrancar. El primer tercio de la novela se basa
en una tensión sexual entre ellos que se resuelve en el segundo tercio.
Entonces… ¿Qué sucede en esa última parte? Una serie de enredos y mentiras
producidos por el hecho de que Melania pretende esconder su verdadera
profesión.
Este
es precisamente el aspecto que menos me ha convencido de la historia, primero
por el hecho de que ella no quiera que se sepa que es militar. Y menos cuando
se la presenta como una mujer muy fuerte y decidida a la que le importa poco lo
que piensen de ella. Y bajo mi punto de vista, si uno se siente orgulloso de su
profesión, no comprendo porque lo oculta.
Por
otra parte, no sé hasta qué punto es realista el estilo de vida de ella. No
conozco de primera mano cómo funciona el ejército americano, pero sí el
español, y que yo sepa no se tiene a sus pilotos esperando en casa a que surja
una misión. Se trabaja todos los días, aunque no haya campañas, y sin embargo a
ella la vemos ociosa excepto en momentos puntuales.
Esto
le permite sus viajes a España, porque a pesar de estar ambientada en Alemania
(donde Judith y Eric viven ya de forma definitiva) nuestro país tiene que
aparecer sí o sí. Para ello se basa en las raíces asturianas de Melanie. Aquí
entra el otro aspecto que no me convence. Y no solo no me encaja, si no que
hasta me ha ofendido.
Yo
soy asturiana y por tanto tengo motivos para quejarme. Primero: si coges un
avión no vas a Oviedo, vas a Asturias en general porque solo tenemos un
aeropuerto. De hecho, en todo caso llegas a Avilés. Segundo: quiso ponerle el
toque de “argot” como hizo con las raíces andaluzas de Judith, y sinceramente,
no los representa para nada. Aquí no nos saludamos con un “Que ye ohhh”, por
mucho que lo sitúes en un pueblo pequeño. Y es que en la zona de Colunga no
hablan precisamente un bable muy cerrado… y mil cosas más de las que podría
quejarme.
Pero
volviendo al asunto, realmente es una novela de entretenimiento. De estas que
te lees en un par de noches sin esperar demasiado y no te planteas releer. Su
ritmo es muy fluido y te incita a seguir leyendo, aunque en la última parte se
haga algo pesada. En los aspectos más picantes
de la novela, sigue la línea de Pídeme lo que quieras, aunque un poco más
suaves al centrarse bastante en ellos dos. En ese sentido es mas intima, menos vulgar (para los que nos les gustó el
asunto de los intercambios).
Por
supuesto, los diálogos predominan mucho sobre cualquier tipo de descripción o
ambientación, que se limitan a los locales de ambiente o los actos concretos.
Es decir, que es una novela sencilla en la que se sabe lo que se busca y nos lo
da sin demasiados rodeos. Tampoco tienen pretensiones de nada más excepto la
evasión durante unas horas. Porque a un ritmo como el mío, te dura apenas dos
tardes (o noches).
El
final es relativamente predecible, y de hecho casi desde la mitad yo ya me
imaginé por donde iba a salir. Aunque también es cierto es que no es una novela
negra tremendamente elaborada, si no que es una novela más romántica que
erótica para dejarte llevar un rato. Me ha sorprendido, y no para bien, la
cierta infantilidad que he notado en los personajes que veía mucho más
centrados y adultos de lo que finalmente fueron. Claro que entonces no habría
historia que contar.
Así
que, sí. En general me he evadido y me he entretenido. Sigo notando muchas
lagunas en algunos aspectos que probablemente por falta de documentación han
quedado muy forzados, pero que quizá se puedan pasar por alto según quien lo
lea. Sé que a la mayoría le ha gustado, aunque me parece que yo empiezo a
cansarme del género. No quiere decir que no vuelva a leer nada de ahora en
adelante, si no que intentaré intercalar autores distintos para no sufrir la
saturación de historias que me parecen muy similares.
Para mi este fue un libro muy flojito de Megan, me dio la sensación que quiso estirar demasiado a los personajes de Pídeme lo que quieras y no ha obtenido el resultado que quería.
ResponderEliminarUn beso
Creo que lo que comentas es lo que espero de esta autora qu escribe tantos libros que me da hasta pereza.
ResponderEliminarLa verdad es que no me llama nada. Esta temática me tiene hasta algo saturada
ResponderEliminarBesos
Los libros de Megan son muy entretenidos e ideales para estas fechas de verano
ResponderEliminarNo termina de llamarme la atención, así que éste lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Estoy de acuerdo con cada palabra que escribiste en la reseña, la leí hace muy poco y creo que fui un poco más dura que vos con la reseña pero seguramente no volveré pronto a Maxwell. Saludos
ResponderEliminarNO me llama esta autora nada de nada. Si la leo será porque alguien me regala un libro pero no creo que me anime con ella :)
ResponderEliminarBs.