Baila, baila, baila
Haruki Murakami
ISBN: 978-84-8383-425-1
Formato: Rústica
con solapas– 464 Págs
Editorial: Tusquets
En marzo de 1983, un joven periodista freelance todoterreno, después de pasar días sombríos, siente la necesidad de volver a ciertos escenarios de su vida para ajustar cuentas con el pasado. Viaja a Sapporo con la intención de alojarse en el Hotel Delfín, donde años atrás pasó una semana con una misteriosa mujer que, de manera inesperada, desapareció de su lado. A su llegada descubre que han derribado el hotel y que en su lugar se alza otro, moderno y lujoso, pero su estancia allí propicia la aparición de personajes envueltos en un aura de irrealidad.
Cuando
PriceMinister
organizo el evento para elegir el libro del año y el concurso de reseñas, no
dudé en apuntarme. Pero cuando vi los títulos, lo que no dudé fue en coger
este. Murakami es uno de mis autores fetiche (junto con King y Auster, extraña combinación)
así que cada nueva obra que sale al mercado tiene que ser mía.
Yo
distingo dos tipos de novelas en este autor: las realistas y las oníricas. Unas
están llenas de sentimientos y las otras llenas de paranoias. Esta en concreto no
es lo que se dice una novedad: fue escrita en 1988, y publicada en Japón por
aquel entonces, justo después de Tokio Blues. Sin embargo no penséis que por
pertenecer a la misma época van a parecerse.
De
hecho, mezcla una realidad obsesivamente cruel y minuciosa, con lo que
cualquier persona normal llamaría “idas de pinza”. ¿Os suena el argumento o sus
personajes? Quizá sea porque habéis leído La caza del carnero salvaje, de la
cual resulta que esta es una especie de continuación. Sin embargo, yo de todo
esto me enteré una vez terminado el libro. Y os aseguro que no ha afectado para
nada en la lectura, aunque quizá sí en la apreciación.
Porque
resulta que en Baila, baila, baila
nos encontramos los mismos personajes que en su antecesora, aunque pasado ya ha
pasado el tiempo y las búsquedas son diferentes. Y no solo eso, sino que también
las une el Hotel Delfín, así que también se repiten escenarios. Viendo todo
eso, estoy segura de que mi lectura ha sido incompleta por un sencillo motivo:
los personajes son tan complejos, que parte de su comportamiento no podremos
entenderlo sin conocer su historia. Y no toda nos la cuentan.
Pero
vayamos por partes… Nuestro protagonista es un periodista freelance sin nombre
que tiene muchísimos puntos en común con la mayoría de los personajes de
Murakami: desorientado, con un vacío existencial que le lleva a una falta de
esperanza y desgana por la vida. Y todo ello nos lo marca con su tremenda
minuciosidad para narrar las cosas.
Hay
a quien esto le ha parecido pesado, porque la narración está hecha en primera
persona por este personaje y nos lo cuenta todo. Absolutamente todo. Desde su
necesidad de desvincularse del mundo, pasando por su sistema de trabajo y
terminando por la secuencia en la que prepara la comida. De hecho, hay platos
que seguramente podríamos repetir nosotros si encontráramos los ingredientes,
tal es el grado de detalle. Las referencias a la comida, bebida y a la
literatura son constantes en toda la obra.
Yo
veo esta forma de narrar como una manera de escapar de la realidad, de evadirse
de los problemas y olvidar que no le gusta su vida. También recurre para ello a
un tipo de humor inteligente, con bromas elaboradas o simplemente absurdas que
no todo el mundo termina de entender. Pero lo curioso es que no le importa,
simplemente es su manera de ser y no intenta cambiar él y cambiar al resto del
mundo.
En
el fondo, lo más seguro es que este personaje principal nos produzca un poco de
tristeza. ¿Qué ha pasado para llegar a este punto? Sabiendo perfectamente que podría
llevar una vida mejor y no lo hace ¿Qué le corroe tanto por dentro? Algunas de
las preguntas que nos surgen obtendrán respuesta a lo largo de las páginas. Otras,
sobre todo en lo referente al pasado lejano del personaje, quedarán
silenciosas. Ese es uno de los fallos de haber leído la novela sin su
predecesora.
Del
mismo modo, tampoco logramos demasiado bien entender esa necesidad imperiosa de
viajar de nuevo al Hotel Delfín ni de encontrar a Kiki, la modelo de orejas con
la que pasó apenas unas semanas 4 años atrás. Aquí es cuando nos damos cuenta
de que eso le da un motivo porque el que iniciar el movimiento y salir del
circulo vicioso en el que estaba hundido. Y lo compartimos con él con ilusión…
Aunque
Kiki es para nosotros como un fantasma, un ser que ha ido dejando pistas y se
escapa tras una cortina de humo en cada momento. Todos la han conocido y todos
la recuerdan, pero no se ha quedado con nadie porque es un espíritu libre. Y
realmente… no se puede atrapar a un espíritu libre. Así que esto es lo que
llega a nuestro protagonista a adentrarse en un nuevo movimiento, una nueva
vida en la que conocerá personas muy distintas y se reencontrará con otras
nuevas.
Lo
mejor de la novela son sin duda sus personajes, tan reales como la vida misma. A
base de minuciosidad Murakami consigue un dibujo perfecto de cada uno de ellos.
Y todos fascinantes por sus situaciones y sus matices. Tenemos a una
recepcionista de hotel por vocación, un antiguo compañero de laboratorio que
ahora es un actor famoso, una vieja amante desaparecida y una niña de trece
años muy especial. Nos querríamos quedar con todos, ver lo que les sucede en
lugar de acompañar al escritor sin nombre.
Para
mí, destaca sobre todos la niña y su madre, de nombre Nieve y Lluvia (Yuki y
Ame), la una un espíritu libre demasiado joven para volar y la otra muy lejos
ya de la realidad. Su padre, de nombre Hiraku Makimura es un escritor demasiado
prolífico y ya pasado de moda (¿Un guiño a sí mismo y a los miedos de en qué
nos podemos convertir?) está demasiado metido en el mundo real, en el que todo
lo puede comprar con dinero. Un gran contraste con su ex mujer, lo que explica
en cierta manera el cinismo de Yuki a una edad tan temprana.
Todos
los personajes están unidos en cierta manera por el Hotel Delfín, lo que nos
lleva al hombre carnero. Aquí entra la fase más onírica de la novela y podemos caben
varias interpretaciones para este personaje tan peculiar: como el que le
precede en la anterior novela, que podemos no conocer si no la hemos leído; o
como un “algo” dentro del subconsciente del protagonista que le ayuda a salir
del bucle, obligándole a bailar sin parar.
Pero
en el fondo ninguno de ellos es lo que parece: la niña tiene su trasfondo y su corazón.
Y también algunas similitudes con la que aparece en la serie Cooper, a la que me he enganchado
recientemente precisamente por ella, aunque más de 15 años posterior a la
novela. La recepcionista que teme en el fondo es no poder tener el control
sobre su vida y el famoso actor que lo que necesita es alguien con quien
compartir la suya.
Quizá
esta obra peca un poco de caótica, con mucha repetición de escenas, algunas de
ellas claramente intencionadas como es el caso de la película. Todo esto nos
lleva a meternos en la maraña que es la vida interior del periodista sin
importar el resto. Si el hombre carnero le ha pedido que baile sin pensar en la
música, nosotros le seguimos, esperando que a base de moverse aleatoriamente
pueda encontrar la salida.
La
ambientación no sitúa en los años 80 de Japón, que mas bien podría ser los 90
en España. Yo no los he vivido plenamente (era una niña a finales de la década)
pero sí la siguiente, y os puedo asegurar que es bastante parecida. A día de
hoy, quizá llame la atención la falta de
tecnología, lo que genera situaciones fácilmente solucionables con un móvil o
internet, que no era común en aquella época y por tanto obligan a otro
desarrollo de los hechos.
Pero
no por ello ha perdido la fuerza que tiene, no ha envejecido de malamente como
sucede a otras obras. Y sobre todo mantiene un gran punto en común con todas
las novelas de Murakami (esta vez sin distinción entre épocas): La música.
Porque el autor fue músico en sus años jóvenes y eso se trasmite en el amor que
le pone en la selección de la banda sonora. Al estilo de Tokio Blues, hay
discusiones sobre estilos y varios personajes comparten ideas sobre los mejores
grupos musicales de su época, o la anterior. Son tantas las menciones, que hace
tiempo que he desistido a hacer una lista de todas ellas.
La
novela contiene una dosis de misterio e intriga, al estilo de una novela negra,
que nos mantiene pegados a la historia. Pero no nos engañemos… la resolución es
mínima comparada con la evolución del protagonista, que es lo realmente
importante en esta historia. Hay muertes, desapariciones e incluso extraños
sucesos en un hotel que esconde un misterio. Un punto a favor para aquellos que
quieran algún hilo que seguir.
Pero
este hilo es muy fino, y se bifurca en ramas por todas partes. A lo largo de
sus casi 500 páginas y 44 capítulos en una tradicional Tusquets, que nos trae
siempre las novedades de Murakami, vamos viajando por Japón desde Tokio hasta
Sapporo, y alguna que otra escapada a Hawái. No es nada del otro mundo en
cuanto a descripciones, sobre todo teniendo en cuenta que nuestro protagonista
esta más inmerso en su propio mundo que en el que le rodea.
Todo
culmina en un final que se precipita en espiral, donde encontramos hechos que
nos sorprenden, cosas que no nos explican (también hay que pensar por nosotros
mismos) y un cierre de historia un tanto desconcertante, pero a la vez
satisfactorio. Buscando similitudes se podrían encontrar con la forma de
terminar la historia en El fin del mundo
y un despiadado país de las maravillas. No en balde el propio Murakami
englobó La caza del carnero salvaje y
estas dos novelas en “La trilogía del nerd solitario”, eligiendo para ello un
nombre de lo mas apropiado.
No
deberíamos descartar que volviéramos a ver a este personaje en alguna nueva
novela dentro de unos años, porque siempre hay miedos y fantasmas que no
terminan de irse. Porque tras leer Baila,
baila, baila me planteo… ¿no será más fácil seguir el ritmo cuando se deja
de pensar que hay que bailar? Hay personas que no son capaces de dejarse
llevar, y me temo que el protagonista sin nombre será uno de ellos.
Como
siempre, el estilo es magistral. Lento en ocasiones, pesado en muchos puntos para
los no iniciados en su literatura, pero con un ritmo del que es imposible salir
cuando nos metemos de lleno. No es como estas obras japonesas que no acabamos
de comprender (por ejemplo, el final de algunas obras de Yoko Ogawa) pero si
tiene un estilo al que no estamos acostumbrados en occidente, y por supuesto, a
una cultura que por mucho que conozcamos, siempre será chocante con la nuestra.
No
soy objetiva con Murakami, lo sé, pero si intentaré serlo con mi conclusión: seguramente
no sea una de sus mejores obras, aunque a mi aun me quedan algunas por leer. Pero
alguien definió alguna vez sus obras más oníricas como “realismo mágico oriental”
y esta novela es un buen ejemplo de ello. Al igual que sucede con la misma
corriente latina, tal vez sea aconsejable comenzar por algo menos complejo, que
permita catar el estilo. Pero ¡cuidado! No hay término medio con Murakami: o lo
amas o lo odias. Para los amantes, no podéis dejar de leerlo.
No lo conocia... Ni al libro ni al autor. Pero me ha llamado la atencion.
ResponderEliminarMe lo anoto!!
Un saludo
Por cierto mi blog junto con el de mi ahijada tambien esta organizando el libro del año.
EliminarAsi que si te apetece me encantaria que participaras.
Un saludo
No he leído al autor y no sé en que grupo me quedaré, pero en general parece que esta no es su mejor obra. Besos
ResponderEliminarNo he leído nada de este escritor, sé que tengo que hacerlo algún día, pero no creo que me anime a empezar con este título. No sé..un palpito
ResponderEliminarYo abandoné el libro a medias porque no me estaba gustando nada. Algunas obras de Murakami me han gustado mucho y otras (la minoría) nada. Así que es un hombre que divide por completo mi opinión sobre su obra. A ver si con la próxima que lea de él tengo más suerte, creo que será 1Q84. Besos.
ResponderEliminarAún no he leído nada de Murakami, me llama la atención pero como que no acabo de atreverme con él... Cual me aconsejarías para iniciar "la cata"?
ResponderEliminarGracias por tu reseña!
Besos!!!
Muchos incondicionales coincidís en que no es la mejor. Todavía no me he estrenado con el y tengo uno de sus títulos esperando. Un besote!!
ResponderEliminarQuiero leer a Murakami pero algo me lo impide (tengo tantas espectativas que temo que no me guste y dejarlo)..., ay no se, supongo que esperaré el momento xD, ¡saludos!
ResponderEliminarTengo cierta curiosidad por leer algo de este autor, así que pedí este libro a PriceMinister, que también participo en esto de las reseñas... aunque aún no me ha llegado ^^U Advertido que sobre lo que me puedo encontrar, ya veré qué me parece...
ResponderEliminar¡Un abrazo! :D
No me he estrenado aún con Murakami, pero por lo que cuentas, me parece que éste no es el mejor libro para hacerlo. ¿Me equivoco?
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo también lo acabo de terminar y a mí sí me ha gustado. Efectivamente, es onírica y yo también había pensado en el realismo mágico sin saber que había quien también lo creía así. Es caótica, repetitiva y a veces parece que no tiene sentido. Pero a mí me ha gustado. Creo que en obras tan abiertas, tan plurisignificativas como esta, cada uno hace su propia lectura, se identifica con determinados pensamientos y se queda con los personajes que más se aproximan a sus centros de interés... y yo he sacado mucho material propio, mucha materia prima para reflexionar de Murakami. Así que si no es de las mejores... ya estoy deseando seguir con Murakami!!!
ResponderEliminarBesos
Yo tb participé en esa iniciativa con Las 3 heridas. Nunca leí nada de este autor.
ResponderEliminarA mí me encanta, lo amo, así que seguro que me gusta.
ResponderEliminarLo tengo ahí esperando en mi lector.
Me alegro de que te haya gustado.
Un besazo
Se ve que disfrutaste mucho de esta novela, pero a mi se me hizo insufrible: es cierto que era mi primera incursión con Murakami y creo que no acerté al elegir el libro, pero me dio la sensación de que no pasaba nada: me quedé igual que antes de leer el libro. Coincido contigo en la preferencia por el personaje de Yuki, que fue lo que me hizo terminar la novela por su arrolladora personalidad. 1beso!
ResponderEliminarMi relación con Murakami es de amor-odio. Me fascinó 'Kafka en la orilla', pero no me gustó 'Sauce ciego, mujer dormida' y 'After Dark' me dejó un poco indiferente. Ahora mismo lo tengo en cuarentena y, si vuelvo a leerlo, tengo claro que no será con este libro.
ResponderEliminarUn besote
Tengo ganas de leer al autor, aunque no creo que empiece con este, tengo otro ya por casa danzando =)
ResponderEliminarBesotes
Lo tengo apuntado, como otros libros del autor, pero tengo que reconocer que aún no me he estrenado con él, me da un poco de miedo no cogerle el punto. A ver si me animo pronto porque debe merecer la pena. Un beso
ResponderEliminarYo es que no puedo con ese punto onírico. Ya sabes que Murakami no es santo de mi devoción
ResponderEliminarBesos
Lo tengo en casa pendiente de leer, aunque antes quieto hacerme con El carnero que dicen que es una especie de primera parte. Bsos
ResponderEliminarAcaban de regalarme Kafka en la orilla y tengo muchas ganas de empezar a leerlo aunque ahora no tengo mucho tiempo.
ResponderEliminar¿Os lo habeis leido? ¿está bien?
Alex
http://kichays.blogspot.com.es/
En este momento estoy leyendo Baila, baila, baila, y debo decir que como toda obra de Murakami, aunque lea las diez ultimas páginas por trampa para saber el final, debo leer la historia completa para comprenderla realmente... Sin duda alguna "realismo mágico oriental"; no es la primera vez que leo a Murakami, ya me he leido "1Q84 (1,2 y 3)", "Sputnik, mi amor", "Afterdark", "Tokyo Blues" y "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo"... todas muy distintas entre sí, pero a la vez, muy parecidas... no sé, pero sin duda amo a Murakami, sus personajes, sus historias, su realismo y sus mundos y situaciones oníricas... Mis próximos títulos serán "Kafka en la orilla" y "El Fin del mundo y un despiadado país de las maravillas"...
ResponderEliminarTienes mucha razón. A murakami lo amas o lo odias. Creo que, como dices tu, este no es el mejor libro para empezar a conocerlo. Yo estoy leyendo el carnero de la caza salvaje , pero principalemente queria leer este. Asi que cuando termine con el primero comprare Baila, baila, baila. Tengo leidos Cronica del pajaro..." MI PRIMER NOVELA DE MURAKAMI Y CON ELLA ME ENAMORE DE ÉL. y tambien Al sur de la frontera... Lei un cuento de Sauce ciego, mujer dormida y el hombre de hielo.
ResponderEliminarEn otras palabras, a Murakami lo amo, es mi autor favorito, pero no es para cualquiera.
Yo ya estoy a nada de terminar el libro y me encanto
ResponderEliminarAhora siendo 2019 en Colombia he ambientado este libro con música de vaporwape, que evoca ese pasado post industrial y la llegada de la tecnología, magnífico libro que te lleva por el mundo propio del personaje... Gotanda siempre te llevaré en mi pensamiento.
ResponderEliminarAhora siendo 2019 en Colombia he ambientado este libro con música de vaporwape, que evoca ese pasado post industrial y la llegada de la tecnología, magnífico libro que te lleva por el mundo propio del personaje... Gotanda siempre te llevaré en mi pensamiento.
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