El asunto
Lemoine
Marcel Proust
ISBN: 978-84-940293-9-4
Formato: Tapa
blanda– 128Págs
Editorial: Funambulista
El verdadero asunto Lemoine arranca en 1905: un ingeniero francés llamado Lemoine protagoniza una sonada estafa a sir Julius Werner (presidente de la compañía diamantera De Beers) por medio de unos experimentos que supuestamente permitían fabricar diamantes. El objetivo del timo era que, con el descubrimiento, las acciones de la compañía bajaran para así poder adquirirlas el estafador a bajo coste, si bien luego la cosa fue derivando en algo más rocambolesco. Proust tenía algunas acciones de la compañía, pero fue la notoriedad del escándalo, cuando saltó a los titulares de la prensa internacional en 1908, lo que le impulsó a escribir unas crónicas «a la manera de», en Le Figaro, sobre el asunto, parodiando a diferentes autores franceses clásicos.
Con
mi trayectoria habitual no se nota demasiado cuales son mis gustos
preferenciales. Sí que es cierto que se ve una inclinación al terror y lo fantástico,
pero poca gente se puede imaginar que ya hace años fui adicta a los clásicos. A
diferencia de otros compañeros, que leían el best-seller de turno (si es que lo
leían) yo dedique los veranos de los 16 o 17 años en la playa devorando clásicos
españoles y franceses, que incluso algunos adultos muy adultos no habían leído.
Entre
ellos, uno de mis autores favoritos fue Proust, del cual leí con mucho gusto la
primera parte de En busca del tiempo perdido. Aunque mi histeria por tener
colecciones en un mismo formato ralentizó la búsqueda de la segunda parte y
finalmente desistí de seguir con ello cuando solo pude hacerme con la versión original.
Evidentemente mi francés da para leer con fluidez autores como Amélie Nothomb,
pero no una prosa tan complicada como la de Proust.
Así
que cuando Funambulista sacó este pequeño tomo de una obra para mi desconocida
de este autor, no pude resistir a la tentación de leerlo. Y es por eso que os encontráis
ante algo un tanto diferente de lo que suelo publicar. Porque no os voy a
engañar: es solo apto para freaks (en el buen sentido de la palabra, como muy
entendidos) en la materia.
El
asunto Lemoine no es exactamente una novela, sino una especie de ensayo con
distintos textos que Proust escribir a modo de entretenimiento. Porque el tema
de Lemoine fue un asunto que realmente impactó en Francia en su época: un
hombre (el timador) consiguió convencer de que tenía un proceso de fabricación para
los diamantes, lo que tiraría a pique la industria joyera. De esta manera, se
aprovechó de la caída de las acciones para crear beneficio suyo. Vamos, que fue
el primer casi el primer especulador conocido a gran escala.
Durante
ese periodo, Marcel Proust fue escribiendo pequeños textos referentes al tema, según
una costumbre que parecía divertirle mucho: copiar el estilo de otros grandes. Él
se preguntaba cómo escribiría fulanito
una novela/articulo/obra teatral sobre el tema, y lo plasmaba en sus papeles.
En
El asunto Lemoine nos encontramos con una muestra de estilo de Balzac,
Flaubert, y un buen número de críticos eminentes en la época. Que por cierto,
no salen muy bien parados, si sabemos leer entre líneas. Y por ultimo, culmina
con una adaptación de las memorias de Saint-Simon, el más largo y laborioso de
todos los escritos.
Muchos
de los textos los veo como una parodia y exageración de los estilos: quizá unos
se centraran no en la historia en sí misma, sino en la reacción de los afectados;
otros de la indumentaria que llevaba Lemoine durante los días anteriores. Y
otros, como este último, se fueron por las ramas en relaciones sociales,
matrimonios, escándalos y demás.
El
mayor problema con el que me he encontrado es que me gusta la literatura y la
cultura francesa de del siglo XVIII, XIX y XX (y el actual, por supuesto) pero
no soy una entendida. Hay recovecos, giros y sobre todo, referencias a personas
importantes de la época, que han sido puestas en pie de página (saturando un
poco la edición) para poder suplir estas carencias.
Lo
que ha conseguido esta obra, es despertarme la curiosidad por este periodo y algunos
de los autores que se mencionan en sus páginas. Hace mucho que no leo clásicos franceses,
aunque me quedarían muchos años de estudio específico para poder disfrutar
plenamente de El asunto Lemoine. No por ello le resto su merito, además de la
capacidad que demostró Proust para reírse de los demás y de sí mismo.
Esta
es una reseña corta, ya que mucho más no se puede decir de este libro que únicamente
recomendaría a gente muy entendida o muy interesada en este periodo de las
letras francesas, ya que si no, es difícil de entender y disfrutar. Podría
buscar documentación, darle vueltas de tuerca a las implicaciones y
reflexiones, pero no lo voy a hacer. Ese trabajo se lo dejo a cada lector, ya
que es lo que ha conseguido El asunto Lemoine: despertar el ansia de saber más.
Huy, creo que yo sería de las que se perderían, pese a que no sea muy extenso.
ResponderEliminarUn beso!
Muchas gracias por tu reseña, pero de momento me lo salto. No me tienta... No me arriesgo.
ResponderEliminarBesos
Me ha gustado mucho el apunte que haces sobre tus lecturas juveniles. Los clásicos no deben ser abandonados y yo los tengo relegados al olvido. Creo que hace unos días alguien más publicó una reseña sobre una obra de Proust y comenté lo mismo que te digo a ti, que no he leído nada del autor y que tendré que poner remedio. ¡Qué desastre! Tanto autor por descubrir. Este libro no me lo apuntaré porque, por lo que dices, me queda grande. Besos
ResponderEliminarNo he leído nada de este autor aunque hace unos meses lei un libro que trataba un poco de su vida y me dejó con ganas de probar, aún así no creo que me anime con este título
ResponderEliminarbesos
Pues tener ese bagaje de clásicos es genial, a mi aún me quedan muchos por descubrir que por otra parte es algo bueno. Proust está en esa lista y quién sabe quizás en un tiempo ya esté lista para lanzarme a por este. Un beso
ResponderEliminarMe encantan los clásicos, pero en su justa medida, procuro leer uno al año, más si son cortos. Pero creo que este no me lo voy a leer.
ResponderEliminarGracias por la información y la reseña.
Ay, no me llama nada de nada la atención... creo que lo voy a dejar pasar...
ResponderEliminarBesos!
Leíste a los clásicos de jovencita, igual que yo, y también voluntariamente.
ResponderEliminarEs algo raro.
Besindios.
Yo de clásicos no soy, pero nada de nada.
ResponderEliminarOye, qué curioso! Yo también leí muchos clásicos españoles y franceses más o menos a la misma edad que tú. Y los franceses en su idioma original que por algo lo estaba estudiando. Qué casualidad!
ResponderEliminarA Proust, sin embargo, no lo leí.
Besos
Yo también tuve una época de adicción a los clásicos, ¿la habremos tenido todos? ¿o es casualidad?
ResponderEliminarEste en concreto no me llama, yo era más de Jane Austen, las hermanas Brönte, Margareth Mitchell, Daphne du Maurier,...
Besitos.
Me encanta Proust aunque no sea un escritor para cualquier paladar.
ResponderEliminarProust tiene muchos recovecos...
ResponderEliminarhttp://ramiropinto.es/escritos-literarios/ensayos/un-escritor/escrito-es/sinopsis-proust/
Me encanta Proust, sobre todo en Swann es una verdadera genialidad. Imprescindible!
ResponderEliminarComo el que hoy traes
Besos
Es una editorial que suele sacar cosas bastante interesantes... echaré un ojo a libro que traes hoy =)
ResponderEliminarBesotes
Yo he leído bastantes clásicos, pero me quedan aún muchos por leer (y este año he decidido ponerme con ellos). De Proust no he leído nada, lo tengo pendiente, pero está claro que no puedo empezar con éste.
ResponderEliminarUn beso!
Estoy con esta joyita entre manos y realmente estoy disfrutando enormemente....y no soy muy entendida ..
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