Cinco
Ursula
Poznanski
ISBN:
9788499705927
Formato:
Tapa dura– 432 Pág.
Editorial:
La esfera de los libros
Han hallado el cuerpo
sin vida de una mujer en un prado. Ha sido asesinada. En la planta de los pies
han dibujado unas coordenadas que lleva a la policía de Salzburgo a otro
tremendo hallazgo: una mano humana metida en un recipiente de plástico. Pero ¿a
quién pertenece esa mano en perfecto estado de conservación? ¿A qué obedecen
las coordenadas tatuadas en los pies de la primera víctima? Beatrice Kaspary y
Florin Wenninger se ven sumergidos en una peculiar y espeluznante búsqueda del
tesoro en la que el premio, al parecer, son nuevas pistas que parecen
conducirles cada vez más cerca del asesino. Sin embargo, conforme las víctimas
se suceden en una sanguinaria versión del geocoaching, sus vidas personales
sufren las consecuencias del caso y sus superiores les apremian a resolver lo
antes posible el enigma, el misterio parece haber llegado a un callejón de
salida.
A pesar de que este
libro llevaba pendiente en mi estantería desde que se publicó (cuando lo gané
en un sorteo de Twitter por parte de la editorial) lo cierto es que no sentí
una verdadera necesidad de leerlo hasta que no se publicó su segunda parte y me
llamó la atención. Porque yo no sabía que iba a ser una serie de novelas, pero
ya sabéis como soy de quisquillosa para esas cosas y tenía la necesidad de leer
el primero para poder continuar.
Y la verdad es que
releyendo el argumento y mirando la edición, no acabo de comprender porque lo
dejé tirado tanto tiempo. Porque, en serio, ¿no es atractivo? ¿no pica la
curiosidad? Quizá seria que en esa época estaba metida de lleno en otras cosas,
y por eso no fue una prioridad.
Porque la historia, sin
duda, es interesante: el cadáver de una mujer que aparece en la dehesa con unos
números tatuados en la planta de un pie. Resulta que eso les lleva a unas
coordenadas GPS que les meten de lleno en una especie de yincana (única grafía
aceptada por la RAE) sangrienta. Alucinante.
Es que a mí me apasionan
los puzles y los enigmas, y seguir pistas para encontrar el tesoro. Digamos que
en mi infancia no debí de jugar mucho y por eso me llaman tanto la atención
estas cosas… solo que más adultas. En eso precisamente se basa el principio del
geocatching, argumento principal de la novela.
Cada una de las reseñas que
he podido leer de esta novela dicen lo mismo: primera noticia que tenia de que
eso existiera. Yo voy a ser la nota discordante porque sí lo conocía. Muy
ligeramente, porque de vacaciones en México coincidí con un chico que lo
practicaba y me contó un poco: consiste en esconder cajas con objetos en
lugares aleatorio y colgar las coordenadas en una web para que alguien fuera a
buscarlo. Algo parecido al bookcrossing, pero con cualquier tipo de cosas: una
idea bastante interesante.
Claro que, tal como
especifica la autora en su nota final, los geocatchers son gente muy normal y
muy sana: no esconden partes de cuerpos humanos en tupperwares ni cosas
escabrosas como las que aparecen en la novela. Todo es ficción aunque ha cogido
una buena base para trabajar. Y se nota que lo hace con conocimiento de causa,
porque según reconoce, ella también practica esto.
Es precisamente este
juego de pistas propuesto por el asesino el que le proporciona la agilidad
frenética a la novela, una vez que conseguimos introducirnos en el ambiente. A
pesar de tener algo que a mí me agobia mucho: capítulos quilométricos. Solo hay
unos pocos, que en lugar de numerados vienen nombrados con las coordenadas de
los caches. Esto supone que puede haber capítulos de casi 100 páginas…
Aunque
temas de estructura aparte, es la historia la que termina por enganchar y que
no te importe no tener un sitio claro donde hacer un alto en el camino. Para
ello nos sitúa en la ciudad de Salzburgo (¿Por qué demonios cuando pienso en policías
en Austria me imagino la serie de Rex?) aunque no especialmente en el centro, que
podría ser precioso. La acción está más focalizada en los alrededores, rodeados
de campo y naturaleza. De hecho, al final nos sugiere que si queremos visitar las
localizaciones exactas, estas existen, pero sin ningún cache sangriento.
En
cuanto a los personajes, mi opinión es diferente y a la vez similar a la de
otras personas que he podido leer. Lo cierto es que a mí la protagonista si me
ha llegado e incluso he empatizado con ella. Se trata de una mujer un tanto
cerrada, que interioriza mucho sus problemas y sentimientos. Por eso, tanto su descripción
como sus acciones son un tanto secas y puede que de ahí venga el problema a la
hora de comprenderla. Por mi parte, me ha parecido un personaje interesante que
me ha recordado muchísimo a Sarah Linden, de la serie The Killing (que os
recomiendo encarecidamente), y estoy deseando saber más de ella. Más que nada
porque nos sugiere, y desvela más tarde, un pasado con secretos y traumas que
puede dar mucho juego.
Sin
embargo, el resto de secundarios (e incluso co-protagonistas) que la rodean, me
han parecido mas planos y sin demasiada argumentación. Posiblemente esto se vea
resuelto en la siguiente entrega de la serie, ya publicada, donde podremos
conocerlos más en profundidad. Quizá debamos prestarle especial atención a su
hijo (¿soy la única que piensa que ese niño tiene un trastorno medico?) y el
joven agente que tan entusiastamente se une al grupo para colaborar, al ser
gran conocedor del geocatching.
En
lo que a la resolución del caso y su final, por momentos me temí que fuera a
decepcionarnos sacándose un personaje de la manga. Pero no: todo está ahí, en
el texto, y podemos sacarlo nosotros mismos. De hechos, aunque solo sea por
descarte, al final llegamos a la misma conclusión que la policía. Quizá un poco
antes o un poco después, pero todo con mucha lógica. Culmina en una escena
final de lo más tensa, y absolutamente autoconclusiva.
El
ritmo en general es ágil en cuanto son hacemos a los términos específicos del
juego. Además, como cuenta con bastantes diálogos y escenas de investigación, las
páginas vuelan casi solas. Ni que decir que ha sido una novela policiaca que me
ha mantenido atenta a la historia y la evolución del caso, así como de los
personajes de los que tengo ganas de saber más.
En
definitiva, un inicio de serie interesante y con la que me embarga el miedo a
que su atractivo no pueda igualarse en la siguiente entrega. Sin embargo, la
posibilidad de conocer más en profundidad a los personajes menos definidos, es
un punto a favor de continuar leyéndola.
Ainsss, que buena pinta, jajaja
ResponderEliminarYo si he jugado mucho a esto de los enigmas Xula y por eso me siguen encantando los libros que se basan en este tipo de búsquedas de pistas encadenadas. De hecho incluso en mi trabajo montamos algo así para turistas utilizando los castillos fronterizos con Portugal.
Ha sido este año cuando me enteré por unos amigos que existía eso del geocatching. Salían en su página del face mostrando los diferentes hallazgos en la Sierra madrileña. Debe ser divertido y montar una historia en torno a este tipo de búsquedas me resulta muy original. LO apunto evidentemente :)
Bs.
Lo leí el año pasado y me gustó mucho, el planteamiento del que parte me pareció muy original
ResponderEliminarBesos
Este libro a lo tonto a lo tonto se me ha ido quedando atrás con las ganas que le tengo.
ResponderEliminarBesos.
No me gustó demasiado cuando lo leí y eso que prometía mucho...""
ResponderEliminarNo me llama demasiado. He leído reseñas bastante negativas sobre el libro y ya opté por descartarlo.
ResponderEliminarUn besito.
Hace tiempo escuché hablar de esta novela y la dejé pasar, con tu reseña parece que me ha picado el gusanillo y la apunto.Un saludo
ResponderEliminarA todo el mundo no gustó por igual por lo que veo.
ResponderEliminarNo me termina de convencer a pesar de tu buena reseña...
ResponderEliminarBesotes!!!
Lo leí en verano y me pareció que el punto del que partía era original. Eché de menos más profundidad en los personajes pero supongo que se hará en entregas posteriores.
ResponderEliminarBesos
jo, se ha borrado mi comentario.
ResponderEliminarTe decía que yo no logré empatizar con la protagonista, pero la resolución de los asesinatos sí me gustó, así que una cosa compensó la otra.
Un beso!