Ahora
que ya casi estamos cerrando la semana temática, nos queda dar un paseo por los
escenarios más característicos de la novela. Quizá lo más apropiado sea
comenzar por el castillo de Grafeneck, que da nombre a la novela.
Vista
aérea del castillo de Grafeneck
Este
edificio se encuentra en la localidad de Gomadingen, y fue propiedad de una sociedad
caritativa hasta que en 1939, al inicio de la segunda guerra mundial, fue
confiscado por el gobierno para llevar a cabo el plan Action T4 de eugenesia.
Esta fue una de las primeras localizaciones donde se aplicó la cámara de gas, a
pesar de no tratarse de un campo de exterminio como los que se conocieron en
años posteriores.
Autobuses
de transporte a la clínica en 1939
Por
suerte, no es fácil encontrar fotos de archivo en la red (yo lo considero
demasiado espeluznante para mostrarlo en una entrada divulgativa de una
novela). A pesar de ello existen, ya que en la actualidad ha sido restaurado
como memorial, especialmente dedicado a la epilepsia y las victimas que murieron
en aquella época. También encuentra con un importante centro de documentación. El
“garaje” fue demolido en los años 60.
Centro
de documentación de Grafeneck
Una
visita un poco más agradable es la ciudad de Berlín, de donde es originario el
personaje histórico de la novela. Se pueden decir miles de cosas sobre ella, y muchísimos
lugares que visitar (más hoy en día, que han pasado más de 70 años de historia
por ella).
Puerta
de Brandemburgo en 1939
Si
ya es impactante la puerta de Brandemburgo, en los años 30 debía ser un espectáculo
para la vista. Es quizá la más mítica de las puertas de entrada a la ciudad y
la que más énfasis se puso en recontruir. Está coronada con una cuadriga que
mira hacia la plaza en el interior de Berlín, de modo que en lugar de dar la
bienvenida al que entra, protege a quien está dentro. La que se encuentra ahora
mismo es una réplica de la original, que fue destruida durante la guerra, pero
se conservó un molde de la original para refundirla. Este procedimiento parece
que fue habitual en los años anteriores a la guerra, cuando el gobierno previó
la posible masacre cultural que se iba a llevar a cabo.
Tiergarten
en 1939
Junto
a este monumento y al Reichstag (el parlamento) se encuentra el Tiergarten, un
verdadero pulmón verde de la ciudad de Berlín. La frondosidad era mucho mayor
antes de la guerra, ya que prácticamente quedó deforestado en la postguerra
para que muchos berlineses pudieran mantenerse.
En
este sentido, podría seguir horas, aunque os invito a que visitéis este
interesante enlace sobre el Berlín antes y después de la guerra.
Descorazonador.
Complejo
de San Sabba, Trieste
Y
por último, muy brevemente, a modo de curiosidad, tenemos San Sabba. Fue el único
campo de concentración nazi en territorio italiano y funcionó durante muy poco
tiempo en 1944 y 1945, hasta la explosión de las tropas nazis. Se encuentra a
las afueras de la población de Trieste, un lugar bonito y con bastante historia
(como casi toda Italia).
En
la actualidad, y desde 1975, se puede encontrar en su interior el museo Cívico
de la Risiera.
¡Qué interesante!
ResponderEliminarMuy buena entrada. Me la dejo hasta guardadita para cuando me anime a leer este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo haré como Margari, cuando pueda leerlo volveré a ella.
ResponderEliminarUna entrada muy interesante.
ResponderEliminarDe los sitios que mencionas conozco, de pasada, Berlín y me sorprendió lo bonito que es.
Besos
A mí lo que más me sorprendió fue San Sabba, en Trieste. leer sobre el ugar y ver las fotografías me dejó de piedra, porque no había oido nunca hablar de él. Muy buen reportaje, y muy buenas las fotografías que has colocado. Conocía alguna.
ResponderEliminarEs de agradecer que no hayas colocado las fotografías de las cámaras de gas. Un abrazo, y enhorabuena por la entrada.