El alma que vistes, de Francisco José Palacios Gómez

El alma que vistes

Francisco José Palacios Gómez

ASIN:    B0094G42PU

Formato: Digital - 292 Págs

Editorial: Autoeditado

Argumento

Julia es una niña despierta y observadora, dotada de una imaginación desbordante. Desde su infancia aprenderá a ver la realidad a través de los ojos de su abuelo, quien espolea sus fantasías cada vez que tiene la ocasión. Ángela es su hermana gemela, de carácter introvertido y rencoroso. Aunque físicamente son idénticas, sus existencias paralelas se irán distanciando con el paso de los años. Julia aspira a ser una gran escritora, y aprovechará las experiencias que le brinda la vida para componer las historias más variopintas.

Estructura, ambientación y estilo narrativo

La novela es estructura en tres partes, o novelas cortas, que se comercializan por separado. Cada una de ellas se divide en capítulos numerados y relatos escritos por Julia, que se intercalan en el texto.

La historia se sitúa en una ciudad española, quizá Madrid, o quizá otra, aunque la importancia reside en las relaciones entre personajes y sus sentimientos más que en la descripción de los ambientes.

El texto está escrito en tercera persona por un narrador omnisciente, por lo que el lector acompaña a distintos personajes según la ocasión. El estilo es muy cuidado, tanto en su forma como en el vocabulario, aunque mantiene la agilidad de lectura en todo momento.

Personajes

A pesar de los personajes que pasan a lo largo de la novela, y que en dos casos dan nombre a sus partes (El abuelo y Mario), para no introducir ningún tipo de spoiler, solo se hablará de las dos protagonistas que se mantienen a lo largo de toda la historia.

Julia es una niña dulce e imaginativa, confiada y que inspira confianza a todo el mundo. Sin duda, tiene una personalidad que hace que sea difícil no quererla, sobre todo por la tolerancia que tiene hacia los comportamientos de su hermana.

Ángela es su antítesis, presumida y engreída. Bastante falta de imaginación, prefiere creer que vive más en el mundo real que en la fantasía de su hermana, y potencia todo aquella que las diferencia.

Mi opinión

Seguro que todos los que sois fanáticos de las series (televisivas, me refiero) conocéis la sensación de desesperación de tener que esperar una semana más para poder ver el siguiente capítulo. Pues eso mismo me ha pasado a mí con esta novela.

A mediados de abril leí la primera parte de El alma que vistes, llevándome una grata sorpresa. Para empezar, el inicio ya es diferente, metiéndonos en una de las historias de Julia en lugar de presentarnos a los personajes. Ese relato de la odisea de Don Iñigo, nos descoloca, aunque más adelante encontramos el sentido y el descubrimos el nexo que ejerce a lo largo de la novela.

Pero lo mejor llega cuando entramos en contacto con los verdaderos personajes: Julia y Ángela, y su abuelo, un hombre realmente entrañable. Ya desde el principio, no podemos evitar querer con locura a Julia, que seguramente nos recordará muchos a nosotros mismos de pequeños (los grandes lectores imaginativos), y detestar ligeramente a su hermana. Y estos sentimientos se van potenciando a lo largo de las distintas partes.

Si la primera, El abuelo, narra parte de la infancia de las dos niñas, la segunda parte, Mario, narra la adolescencia y los conflictos que se generan entre ellas. Quizá sea esta la que más me haya gustado, aunque valore muy positivamente las tres en su conjunto. Introduce nuevos personajes que se quedarán hasta el final de la historia y marcarán un antes y un después en las vivencias de estas dos chicas.

El hecho de que considere esta la que más me ha gustado (que no quiere decir la mejor) es por la cercanía de lo que narra, ya sea por la edad de Julia y Ángela o por los comportamientos humanos “adultos” que no son bastante conocidos. Y por ese final que nos deja medio en shock, deseando leer la ultima parte.

Quizá el gran pero que se le puede poner, es que La sincronía tiene un carácter tremendamente onírico, que contrasta un poco con el realismo de las partes anteriores. Seguramente hay quien lo pueda tachar de demasiado fantástico, aunque resulta igualmente agradable, ver el otro lado de las cosas y dejar volar un poco la imaginación al respecto. Más no os puedo contar sin destrozar la historia.

En cuanto a los personajes, al igual que la historia, están muy bien definidos y resultan muy cercanos. Podemos encontrar un poco de todo, que identificaremos con nosotros mismos o alguien a quien conocemos: niños maduros y adultos aniñados, celos, envidias, cariño que no se puede justificar, y desprecios que tampoco tienen explicación. Todo esto es lo que da forma a la historia, que no importa demasiado en su conjunto siempre que nos siga aportando esa combinación de ilusión e imaginación en cada detalle.

En algún momento navegando por la red, creo haberla visto catalogada como “juvenil”, y este es un dato que creo que hay que desmentir: esta es una novela adulta, trabajada, delicada y que merece la pena saborear. No encontraremos un gran triangulo amoroso (o si, quien sabe) pero si una imaginación y una ilusión por las cosas, que muy posiblemente solo valoraran los que ya han pasado por esas edades y puedan ver las cosas con una perspectiva diferente.

Sin duda la recomiendo, a pesar de que por el momento tengáis que leerla en tres partes diferentes. Porque seguramente que muchos tendréis ya alguna de sus partes en el Kindle, por una oferta gratuita. Si es la primera aproximación, existe una versión unificada, que podéis encontrar en estos enlaces:

Primera parte: El abuelo

Segunda parte: Mario

Tercera parte: La sincronía

El alma que vistes (completo)