Flores para Algernon, de Daniel Keyes

Flores para Algernon

Daniel Keyes

ISBN: 978-84-483-0262-7
Formato: Rústica con solapas - 224 Págs. 

Editorial: Acento

¡Buenas de nuevo!

Entre mis lecturas más recientes esta también este libro, que llego a mi por referencia de otro que leí hace meses, La velocidad de la oscuridad. Me había gustado muchísimo, y comentándolo con un amigo, me recomendó leer “Flores para Algernon” que tenía un argumento similar.

Normalmente no me gusta leer libros que son prácticamente iguales a otros, porque es inevitable hacer comparaciones. Sin embargo este tenía solamente un elemento común, y muchas diferencias con aquel primero. 

Para saber sobre el autor y otras obras suyas, AQUI

Argumento

Charlie Gordon es un joven con un coeficiente intelectual de 68. Lleva una vida más o menos normal y con muchas limitaciones, haciendo trabajos en una panadería. A través de la escuela especial a la que asiste, le ofrecen la posibilidad de someterse a una operación que aumentará considerablemente sus capacidades intelectuales. 

Compitiendo con los avances de un ratón de prueba, Algernon, Charlie va viendo como se vuelve cada vez más inteligente y su vida cambia de forma radical. Sus capacidades aumentan de forma exponencial, sobrepasando las de aquellos científicos que le trataban.

Estructura y estilo narrativo

Esta novela está escrita en forma de diario, narrado evidentemente en primera persona. Charlie escribe los “Informes de progresos” como parte de la experimentación y con ello podemos ver el desarrollo mental del personaje. 

El estilo narrativo cambia según va aumentan el coeficiente del personaje, variando los registros y el vocabulario. Los primeros informes son apenas inteligibles, escritos como descripción de hechos con frases muy cortas y muchas faltas de ortografía.

Posteriormente se va viendo un cambio en el registro, aumentando la complejidad de las frases y también la profundidad de los razonamientos y sentimientos del personaje.

Personajes

Charlie Gordon es el protagonista de la historia. Con un coeficiente intelectual tan bajo es difícil que lleve una vida normal, pero tiene una gran fuerza de voluntad y por ello comienza a dar clases de lectura y escritura en una escuela especial. Su afán de superación es envidiable, y por ello es el objeto perfecto para las pruebas.

Alice Kinnian es la profesora de la escuela a la que asiste Charlie, y la persona que le recomienda para la operación. Es de las personas que más se implican con el protagonista, le aprecia de veras y se preocupa por él. Tiene un papel muy importante en el camino hacia la madurez del personaje. 

Algernon, es el paciente cero de esta operación. Su inteligencia se ha visto triplicada con el proceso, y durante las primeras etapas del desarrollo de Charlie es su modelo a seguir. Realmente envidia su inteligencia aunque más tarde se sentirá identificado con el y su cautividad.

Profesor Harold Nemur es el científico responsable del experimento. Se le presenta como un hombre narcisista, ávido de reconocimiento y arrogante. Trata a Charlie como un objeto de estudio y no como la persona que es realmente.

Doctor Strauss es el psiquiatra que guía el desarrollo emocional de Charlie después de la operación, mediante sesiones de terapia. A diferencia del profesor, si se preocupa por su felicidad y su estado mental. 

Mi opinión

Estas es una novela que en su época debió resultar muy original por su formato. Actualmente hay muchos libros que utilizan la misma técnica de diario para contar su historia. También se dieron mucho hace unos años varios libros que utilizaban los ojos de un personaje inocente para narrar, leyendo entre líneas lo que realmente estaba sucediendo.

A pesar de que ahora ya no resulta tan novedoso, no deja de gustarme este tipo de técnica. Al final son libros sencillos y emotivos que llegan a todo el mundo. Por ejemplo, “El niño del pijama a rayas” o “El curioso incidente del perro a medianoche”. 

En concreto el libro del que derivé a este, “La velocidad de la oscuridad” también trata un tema muy similar. En ese caso se trataba de un joven autista al que ofrecían una operación. A pesar de que muchas críticas han tachado de “copia” a esa novela, el objetivo de la misma era el debate de si lo hago o no, mientras que esa relata las consecuencias de haberlo hecho. 

Aunque se cataloga esta obra como de ciencia ficción, lo único “fantasioso” es la operación en si misma. El resto de la historia es un ensayo sobre la psicología del ser humano, y puedo asegurar que es absolutamente realista.

Es una historia triste, no nos vamos a engañar. A lo largo de las páginas, cuando por fin el personaje puede ir rescatando sus recuerdos, te vas dando cuenta de lo que tuvo que sufrir en la vida… y lo peor es que no era consciente del comportamiento de la gente hacia él.

Peor aún es cuando empieza a comprender lo que sucede a su alrededor y que aquellos que él suponía sus amigos en realidad se reían de él y no con él. Su familia le echó de casa desde muy joven, siempre tratándole en cualquier lugar al que fuera como si no fuera persona. 

El trato como “no persona” parece que persigue al personaje. Primero, cuando su discapacidad le impedía tener relaciones normales y la gente lo le veía como alguien con sentimientos. Luego, cuando adquiere las capacidades de un genio, pasa a ser el objeto de un estudio, el producto que sacan al mercado los científicos.

Otro aspecto que trata la novela es la importancia del desarrollo emocional a la par que el intelectual. Uno de los problemas que tiene el personaje para adaptarse es que su mentalidad a los 32 años era la de un niño pequeño y también su inteligencia. 

De modo que cuando “se hace listo” de repente (como dice el personaje), no es capaz de adaptar los nuevos conceptos emocionales en tan poco tiempo. El papel que hace el psiquiatra aquí es realmente importante, aunque al principio Charlie no sabe verlo.

Tal como está narrado, es imposible no sentir empatía  por el personaje. Hace que el lector se involucre mucho en la historia, odiando a todas aquellas personas que le rodearon y le hicieron sufrir… aunque él no fuera consciente de ello. 

La novela ofrece un debate que muchas veces podemos tener en noches largas con amigos: “¿Es más feliz un listo o un tonto?” Hay diversidad de opiniones, y he escuchado a gente decir de todo. Yo soy de la opinión que transmite el autor, ya que una persona poco inteligente (y que no sea consciente de ello) siempre será más feliz que aquel que tiene capacidad para ver sus limitaciones y la actitud de la gente. 

En cuanto al final, seguramente los que lo hayáis leído coincidiréis conmigo en que no podía ser de otro modo. Y para los que no lo hayáis hecho, supongo que a estas alturas ya podréis asumir que no es un final feliz. 

La lectura se hace muy fácil y rápida, se puede ventilar en una mañana con facilidad porque además de que la historia atrapa el estilo es muy fluido y no es excesivamente larga, apenas llega a 300 páginas.

Por cierto, buscando documentación en la red, encontré una “adaptación” moderna. Alguien lo ha publicado en forma de blog, lo cual me parece muy original y sin haber tenido que cambiar una palabra. Supongo que en la actualidad Charlie no escribiría en un cuaderno sino que lo publicaría todo en un blog.

Os dejo el enlace aquí

Mi recomendación es al 100%, es un libro que hay que leer casi obligatorio. Aun no conozco a nadie a quien no le haya gustado.

Mi nota: un 10/10, simplemente perfecta.